Afortunada
Cuando tienes manos a la que agarrarte cuando el mundo corre tanto que te sobrecoge el vértigo. Cuando sabes que, si quieres, tus lágrimas nunca rodaran solas por tus mejillas. Cuando da igual cuántas veces caigas, porque siempre te ayudaran a levantarte. Cuando estás segura de que alguien te sacará una sonrisa, aún en los peores momentos. Cuando ir al trabajo es una terapia de risas y complicidad. Cuando no sólo te las dan los niños. Cuando tu más grave dilema es qué teléfono marcar parar buscar consuelo. Todo da vueltas y te parece que no puedes seguir el ritmo. Pero siempre hay un buen copiloto guiándote y dando ánimo. Gracias a todos los que arropan a esta mente complicada y retorcida empeñada en dañarse a sí misma. Gracias al que lo vive todo, sin descanso, soportando el embiste de las peores tempestades, cobijando del frío temporal. Aunque me parece la “fiesta” más tonta del mundo, os dejo una canción de amor de verdad. Amores imposibles, Ismael Serrano Cuando caiga la tarde, ...