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Mostrando entradas de noviembre, 2012

Sagrer

Ya has entregado los papeles. Y es como si una larga despedida se hubiera iniciado ya, 7 meses antes de la hora. Como si la evidencia lo fuera ahora más que nunca. Como si hasta ese momento hubiera otra opción. Te han arropado y acogido. Han conseguido que cada día sea un paréntesis. Que el camino que las separa de tu casa no sea en vano. Algunas han traspasado las barreras para hacerte encontrar algo más que una compañera. Te han arrancado sonrisas aun cuando el dolor te mordía implacable. Han convertido un edificio en tu casa. Y ahora, tras entregar los papeles en los que las descartas de tu futuro, cada detalle salta ante ti. Y por eso duele más que el camino sea tan largo y tu cuerpo tan cabrón. Por eso duele más saber que ya no puedes aguantar el castigo que supone el desplazamiento diario. Por eso hoy, que te cuesta respirar porque muerden las costillas y has cojeado hasta el tren odias más que nunca quién tienes que ser. Duele el día a día y sabes que más cerca de casa

Asoma por tus ojos

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Aprender a lidiar con todo. A reconocerlo y afrontarlo. Con el dolor físico. Con el orgullo. Con el daño emocional producido y recibido. Con el estrés acumulado. Con el trabajo pendiente que te llama a las 3 de la mañana. Con las ganas de gritar. Con la incompetencia ajena. Y la propia. Con las veces que no dices no. Con las veces que lo dices y te apuñala. Con las sonrisas falsas de tantos. Con los rastreros. Con el daño que otros hacen a quien quieres. Con el despertador a las 6 de la mañana clavándose en tus lumbares como una daga traicionera. Con todo. Lo empujas, lo amasas, lo escondes y lo reduces a un cuadradito minúsculo para que no se escape nada. Te grapas la sonrisa. Sales a la calle. Nadie sabe qué hay en ese cubito. Con todo menos con esto. Que no sabes ni lo que es. Es el abismo en tu pecho. Un vacío desde la garganta. Una opresión que no te deja respirar. Una apatía. Una lágrima que te sorprende sin que le hayas dado permiso para salir. Una desorientación. Un sin