Asoma por tus ojos


Aprender a lidiar con todo. A reconocerlo y afrontarlo. Con el dolor físico. Con el orgullo. Con el daño emocional producido y recibido. Con el estrés acumulado. Con el trabajo pendiente que te llama a las 3 de la mañana. Con las ganas de gritar. Con la incompetencia ajena. Y la propia. Con las veces que no dices no. Con las veces que lo dices y te apuñala. Con las sonrisas falsas de tantos. Con los rastreros. Con el daño que otros hacen a quien quieres. Con el despertador a las 6 de la mañana clavándose en tus lumbares como una daga traicionera.

Con todo. Lo empujas, lo amasas, lo escondes y lo reduces a un cuadradito minúsculo para que no se escape nada. Te grapas la sonrisa. Sales a la calle. Nadie sabe qué hay en ese cubito.
Con todo menos con esto. Que no sabes ni lo que es. Es el abismo en tu pecho. Un vacío desde la garganta. Una opresión que no te deja respirar. Una apatía. Una lágrima que te sorprende sin que le hayas dado permiso para salir. Una desorientación. Un sinrumbo. Un terror que te atenaza porque no sabes dar el siguiente paso. Un latigazo.

Aún no sabes lidiar con la tristeza absoluta. La tristeza en estado puro, sin ningún motivo concreto y con miles posibles y probables. Con la tristeza que te abate y no te pregunta si te quieres desgrapar la sonrisa. Te la roba y no te dice porqué. Te la roba junto con el alma y te deja un agujero en el pecho con el que aún no sabes pelear.

Es cuestión de tiempo. Pronto podrás empujarla con todo lo demás y quitarle la capacidad de arrancarte las grapas. Aunque siempre asoma por los ojos.

@Carmesina 

Comentarios

  1. Es extraño no leerte. Espero que sea el buen animo y la buena energía lo que te mantenga alejada de tu blog.
    Buen viento y buena mar en este 2013

    Mayra

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  2. Ains, tengo que actualizar, gracias Mayra espero que estés bien. Yo tb te deseo un feliz 2013. Besos

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