Sólo era eso
Como siempre os cuento penas me parece justo también contaros las no penas. El trabajar a 10 minutos de mi casa y el cambio de chip parecen haber obrado en positivo en la cuestión más física del dolor. Mañana empiezo de nuevo la natación, espero que para bien. Aunque al principio iré cansada, se supone que ha de ser también un punto de mejora. Y el cambio de chip más la reducción de la parte más física del dolor hacen también que la parte emocional mejore en consecuencia. Está un poco a la expectativa, con cara de “no puede ser tan bueno”, pero lo cierto es que la ausencia de visitas al botiquín dicen que sí. Empezar en un nuevo sitio es aterrador y estupendo, puede ser fantástico o catastrófico. Yo empiezo con el obstáculo de echar mucho de menos lo que dejo atrás y de creer en la gente con la que trabajaba, en su manera de ver la educación y, en general, la vida. Vengo del compañerismo y la comprensión, de la empatía y las risas, del trabajo en equipo con algunas persona...