La vuelta
Después de un verano
regulero en cuanto a dolor, viene el golpe seco de la vuelta al curro,
contrastando con las ganas de volver a la lidia de delincuentes.
Una vuelve con ilusión, y
se encuentra un bajón físico digno de estudio. Todo el tiempo del mundo para
hacer tantas cosas, y ahora sólo puedes levantarte a duras penas, ir a
trabajar, volver en el tren deseando teletransportarte a la cama, arrastrarte a
casa y morir. Que sea un mundo pensar en hacer la cena (y dejar hecho el tupper
para el día siguiente). Que sea un mundo salir a pasear con Sunna (eso que tan
bien te sentaba este verano). Que sea un mundo todo. Un mundo que se te clava
en las escápulas aunque haga 4 días del último machaque de fisio. Un mundo que
te pincha las costillas. Un mundo que te araña el coxis y te engancha la
ciática. El libro languidece en el bolso porque no quieres ni mirarlo. Tus materiales
de manualidades te miran desde la mesa con pena. Tu perra también te mira con
cara de “ya me abandonas hasta el verano que viene, no?”. Y durante 10 meses no
serás más que una combatiente en una guerra que tienes perdida.
Las sonrisas cuestan más,
y las lágrimas mucho menos. Pero es pronto, de momento, aquí está.
La vuelta siempre es dura, pero da igual que todo se te haga un mundo, taicho, puedes con lo que te echen y ten en cuenta que realmente no es un mundo, sólo lo parece :abr:
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