Sólo te importa a ti

La gente te ve, y qué piensa? Muchos no entienden porqué tienes concedido un 52% de discapacidad. Lo ven como, anda, qué morro. No te jode. Pero es que ellos te ven bien. Te desenvuelves bien por la vida. Te esfuerzas para que te vean bien.

Nadie ve lo que te supone que te caiga el lápiz al suelo. Lo lejos que te queda ese suelo, el esfuerzo que te supone alcanzarlo. O incluso, si estás sentada a una mesa, la imposibilidad de realizar la maniobra para hacer algo tan sencillo como recuperar tu lápiz del suelo.

No ven el show de cortarse las uñas de los pies o depilarse. O secarse el pelo, levantando los brazos con un secador que para cualquier ser humano, pesa lo suficientemente poco para que no te cueste un imperio mantenerlo sobre tu cabeza un ratito.

No ven cómo vas sentada en el tren a veces, sin apoyarte en el respaldo, porque el día ha sido duro y el contacto duro del plástico se te clava como si llevara cientos de astillas. No ven el drama de encontrar el tren lleno y hacer el trayecto de media hora de pie. A fin de cuentas, tienes 29 años, tienes salud, coño!

Se hacen duras las miradas de “reproche” cuando pides ayuda para algo que, tal y como te ven desde fuera, podrías hacer tú solita. Duelen, y hacen que cada vez que hay que pedir algo sea una tortura. Cada vez, el debate. Si lo hago yo a lo mejor me descoño, a lo mejor me tengo que pasar el finde de reposo, pero no tendré que pedir ayuda. Si la pido, veré esa mirada, que a veces dice: vaya morro, y otras, sólo muestra desconcierto. Si ignoras la mirada y continúas, esa persona se queda con la sensación que le haya dado el que le pidieras ayuda. Si explicas el porqué no puedes hacerlo tú, te recuerdas a ti misma: TÚ NO PUEDES. Te da de nuevo el 52% en la cara y en alma. Te vuelves a acordar de quien ya no eres.

Y toda, toda la culpa, querida, la tienes tú. Eres tú la que se levanta por la mañana y deja en cama a la tullida. Eres tú la que se pone la capa de normalidad y se deja el alma mostrando a otra. Diciéndole al mundo que eres algo que no es verdad. Ríes pese a cualquier circunstancia, aceptas cargas y miras adelante como si pudieras con todo. Tú, permíteme que te diga, le mandas un mensaje al mundo que dice que no le necesitas. Bajar una caja llena de un altillo sola? Pues claro. Normal que, cuando tienes que pedir ayuda, el mundo se extrañe.

Quizá llegue el día en que el mundo sepa todo lo que tú ni quieres aceptar. Todas tus limitaciones. Un día en el que no vivas cada ayuda como una humillación, una herida en tu orgullo. Un día en que no te importe mostrar quien eres, con todas las consecuencias.

Ese día, descubrirás que a los que te quieren no les importa recoger lápices del suelo o bajar cajas de altillos. Sólo te importa a ti.


Comentarios

  1. qué razón tienes!! pero es una forma de vida, no podemos pretender que la gente sepa lo que pasamos sin sentir, y menos si no lo mostramos pq tan siquiera nosotros lo queremos admitir.

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  2. Estoy de acuerdo con las dos. Al leer este post me ha venido a la memoria una anécdota sin importancia, pero que refleja, a veces, la poca consciencia de las personas "sanas" por decirlo de alguna manera y los que tenemos una discapacidad reconocida; el otro día fui a comprar el abono azul de transportes de Madrid al que tenemos derecho los discapacitados de mas del 33%.Acudo al Kiosko de prensa a comprarlo y estaba la kioskera con otra Sra. hablando dentro del kiosko.Al entregarme el abono, le dice la kioskera a la mujer con la que estaba conversando: "Últimamente compra mucha gente este tipo de Abono. Voy a ir yo también a que me den uno...." Sinceramente, no creo que ella tuviera discapacidad de ninguna clase y lo dijo como quien va a pedir el carnet de la biblioteca. Yo no dije nada pero me dieron ganas de decirle:" Señora, yo no tengo este abono porque quiera. Si usted supiera todas las patologías que tengo, le aseguro que no querría tener un abono como este...".
    Alath, es cierto,la gente no entiende que por fuera tenemos que aparentar estar bien pero porque no tenemos mas remedio. Porque no saben que para estar así, igual tenemos que fingir en muchas ocasiones, o tenemos que cuidarnos y tener mas limitaciones que cualquier otra persona.

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  3. Hola:

    Te comprendo perfectamente, yo tengo un 43% reconocido pero en realidad es bastante más, porque tengo limitación a la movilidad y alguna cosa adicional que me impiden incluso trabajar ( asistir regularmente a un trabajo, por ello me estoy reciclando completamente para trabajar desde casa como autónoma :P ). También tengo dolor crónico, aunque como te digo, lo que más me limita está sin reconocer.

    Las personas que tenemos una discapacidad pero por suerte podemos caminar nos enfrentamos a diario a situaciones como comentas ( y eso que yo necesito apoyos ). Por no hablar de algún imbécil que se cree muy gracioso o piensa que lo que tenemos es psicológico o cuento ( sí, por eso me salen las radiografías y las resonancias cómo me salen, no te joroba ).

    No sé cuánto tiempo llevas así, yo cuatro años. Estoy en una asociación de discapacitados físicos y eso me ha ayudado muchísimo porque allí encuentras gente que, aunque no tenga exactamente lo mismo, te comprende bien. Y ves casos de gente que está mejor y de personas que están peor que tú, también gente joven ( tengo 35 y cuando me pasó lo mío sentía hasta apuro porque no conocía a nadie en mi situación de menos de 60 años únelo a la incomprensión de la gente y de la familia incluso ).

    En todo esto, aunque te cueste creerlo, hay un duelo y uno acaba aceptándolo y aprendiendo a vivir con ello sin amargura. Todos tenemos días malos anímicamente, pero yo los acepto como tal y no les concedo mayor importancia.

    En cuanto al dolor, no puedo dejar de recomendarte que pruebes a ponerte en manos de un buen acupuntor, asiático, formado en Asia, y profesional. Te digo esto porque a mí me desahuciaron y se suponía que iba a acabar muy pronto en la unidad de dolor, y sin embargo, gracias a un médico coreano acupuntor capeo el temporal CASI sin calmantes. Y me devolvió el uso de la mano que la tenía como muerta, pero eso es otra historia. La acupuntura puede ser muy efectiva en dolores de tipo neurológico, y me imagino que por tu operación tengas de ese tipo de dolores, aunque también los sufras óseos.

    En ocasiones me paso un mes o más muerta de dolor, pero casi siempre es por alguna prueba que me mandan los médicos occidentales, no sé como lo hacen, pero es ponerme la mano encima y jorobarme.

    Sólo ,me queda darte ánimo y decirte lo que ya sabes: aunque jorobadas, debemos tirar pálante, es lo que nos queda.

    Besos.

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    1. Gracias por tus palabras. Ahora estoy cansada de que todos los que han solucionado dolores a otros (médicos, terapias alternativas...) fallen conmigo y estoy en fase de "no quiero probar nada más". Estoy cansada de ver cómo lo que funciona con otros, conmigo no sirve de nada, así que me canso de tener siempre hora con médicos e historias, y al final paso de todo y no voy a ningún sitio. Supongo que se me pasará y probaré la acupuntura. Pero creo que el problema más grande está en la cabeza y en la incapacidad actual de aceptarme tal y como soy y estoy.
      Hay que seguir, aunque nos cueste ;) Gracias

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  4. Alath yo pino como tu paso de terapias y ya ni me molesto en ir a médicos. Sencillamente he asimilado que tengo un compañero de viaje llamado dolor que no voy a dejar que me joda toda mi vida, tengo días de estar en cama cada vez que encuentro ocasión pero cuando estoy bien, me como el mundo a bocados y me importa un huevo que la gente piense anda, esta tia lo que tiene es cuento, soy yo la que convivo con mi cuerpo y trato de que cuando el dolor me avisa hacerle caso y buscar reposo, pero eso no quita que me sienta viva y en cuanto estoy bien quiera no solo lo que quieren los demás, quiero eso y mas, porque yo no se el tiempo que podre hacerlo, asi que Alath, aceptate y vive a tope mientras puedes y cuando no, reposo y calor, te lo dice una experta en fastidiar a esta enfermedad que nos quiere invalidar. Me encanto ver que te tiraste de paracaídas, yo acabo de llegar del Senegal donde hice también alguna locura con los buggies por el desierto y si no pasa nada raro lo siguiente será subirme en elefante en la India, que nos quiten lo bailao

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